La discusión sobre los riesgos del fracking continúa con debates y posiciones contrapuestas, no solamente en Colombia sino en el mundo, por las secuelas sociales y ambientales que ha dejado su aplicación en países donde ya se realiza esta práctica extractiva. En Colombia, los proyectos extractivos cada vez tienen menos acogida por parte de las comunidades y de la sociedad civil en general, ya que, los impactos ambientales son devastadores y las comunidades aledañas se ven afectadas en el derecho humano al agua. Sumado a lo anterior, se cuestiona su sostenibilidad ante el cambio climático. Es por esto que los pilotos de fracking que plantea el gobierno de Duque tienen en alerta a las comunidades del Magdalena medio y a expertos ambientalistas. La comisión de expertos nombrada por este gobierno concluyó que sí se pueden realizar estos proyectos piloto siempre y cuando se cumpla con los estándares establecidos para que sean sostenibles social y ambientalmente en el tiempo. No obstante, es importante recalcar que, pese a tener conflictos de interés, los miembros de esta comisión, relacionados en su mayoría con la industria petrolera, solo analizó los beneficios del fracking.