La mayoría de clínicas en la costa caribe cuentan con recursos limitados para su funcionamiento, por lo que en muchos casos no han podido cumplir con sus obligaciones en materia de servicios públicos. Sin embargo, frente a situaciones de emergencia sanitaria o incluso fuera de ellas es importante preguntarse si prima una deuda o la atención médica que pueden brindar estas clínicas a cientos de pacientes. Ahora, en plena emergencia sanitaria, una clínica que cuenta con todos los equipos y personal necesario para atender pacientes de COVID-19 tiene el servicio de energía suspendido y por lo tanto esta fuera de funcionamiento.