"COVID-19 y diligencia debida en materia de derechos humanos", mayo 2020

...En los últimos meses, las jurisdicciones de todo Canadá han adoptado rápidamente medidas sanitarias, económicas y sociales para prestar un mejor servicio a los canadienses y a las empresas canadienses. Por ejemplo, haber creado la Cuenta de Emergencia para Empresas Canadienses (Canada Emergency Business Account) y la Prestación Canadiense de Emergencia (Canadian Emergency Response Benefit) está permiendo proporcionar medios de subsistencia tanto a las empresas como a los canadienses. Sin embargo, en muchas partes del mundo el acceso a programas sociales y a una cobertura sanitaria universal continúa siendo un desafío, lo cual aumenta los riesgos y efectos de la COVID-19 en las comunidades que viven en condiciones vulnerables que van más allá de la actual pandemia. 

En Canadá, el desempleo ocasionado por la COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a los jóvenes, a las mujeres y a los trabajadores precarios. A escala mundial, los trabajadores de la industria de la confección, que son predominantemente mujeres, han sufrido despidos masivos y licenciamientos temporales sin sueldo ni indemnización, mientras que algunos continúan sin poder ganar acceso a las prestaciones de salud y de bienestar social. Esto amplía aun más las desigualdades preexistentes, ya que las mujeres tienden a recibir menos paga y tienen más probabilidades de vivir en condiciones de pobreza. Por consiguiente, para que las empresas respeten los derechos humanos es esencial determinar cuáles son los trabajadores – y de que maneras – que pueden ser especialmente vulnerables a las repercusiones negativas derivadas de las respuestas de emergencia adoptadas en el marco de la COVID-19.