La edad y el físico pesan cuando se es mujer, más aún si de buscar un empleo se trata. En Guatemala, los contratistas que anuncian plazas vacantes en los clasificados exigen de ella que sea delgada, menor de 30 años y soltera, y todo eso para ocupar puestos como el de secretaria, recepcionista o vendedora. [A] los hombres, sin embargo...[se] les reservan los puestos de alta jerarquía...Su edad no importa...mucho menos su estado civil y su físico. Así de excluyentes y discriminatorios resultan ser los empleadores de este país centroamericano. [se refiere a Avon, Ebel, Caprices]