La empresa minera convocó a los trabajadores contratados, que provienen de otras regiones y entidades, sin contar con las instalaciones adecuadas para su estancia y resguardo, mientras les aplicaban la prueba PCR. Su convocatoria fue precipitada, al grado que acudieron alrededor de 500 personas en el primer llamado, sin tener lugares para hospedarse. La comunidad de Carrizalillo no aceptó la propuesta de brindarles alojamiento, ante el temor de que varias personas no presentaran síntomas, pero que si eran portadoras del coronavirus. Su temor estuvo fundado porque los resultados fueron en esa línea...

Por parte de la empresa Equinox Gold, hubo precipitación al momento de convocar de forma masiva a los trabajadores, y esta situación quedó fuera de control para evitar más contagios en la región. No previeron que la mayoría de personas eran asintomáticas y tampoco se organizaron adecuadamente para resguardar a las personas que resultaron positivas en lugares apropiados y cumplir con la cuarentena.

Al regresarlos a sus domicilios se dejó en manos de las mismas personas la responsabilidad de resguardarse, sin que la empresa asumiera el compromiso de proteger a los trabajadores y a sus familiares. Por lo mismo, urge la aplicación de más pruebas, no solo a todos los trabajadores sindicalizados y subcontratados, sino a todos los habitantes de las tres comunidades, para identificar el tamaño del contagio y contener su proliferación.