En enero e febrero de 2022, las personas trabajadoras de la industria textil de Haití iniciaron una serie de manifestaciones pacificas para reclamar incrementos salariales, una vez que se llevaba más de tres años sin que el salario mínimo aumentara.

La Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos denunció que la represión policial violenta y sistemática resultó en al menos 15 personas heridas y una muerta (el reportero de Roi des Infos, Lazzare Maxihen)

Las protestas propiciaron que se comenzaran negociaciones entre el gobierno y una coalición de nueve sindicatos textiles, que resultaron en un aumento del salario mínimo de 500 gourdes ($4,82) por día a 685 gourdes ($5,85) por día. 

Solidarity Center afirma que el salario mínimo diario haitiano es mucho inferior al costo de vida estimado en el país y que las interrupciones en la cadena de suministro han dejado a la mayoría de las personas trabajadoras de la industria textil enfrentando horas de trabajo reducidas o despidos, lo que amenaza su capacidad para mantener a sus familias.

La coalición de sindicatos también logró que el gobierno proporcione transporte y alimentación por un monto de 135.000.000 gourdes ($1.116.595) a las personas trabajadoras textiles en Port-Au-Prince.