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Article

30 aoû 2024

Auteur:
Roberto Navia y Ivan Paredes Tamayo, Periodistas Nómadas

Bolivia: denuncias de comunidades y expertos por posible impacto ambiental y falta de transparencia en la explotación del litio

Allégations

"El oro blanco que seca la tierra: El impacto del litio en las comunidades del salar de Uyuni", 20 Octubre 2024

"Fanny Ticona y su pequeña familia viven en pleno desierto. A su alrededor no hay prácticamente nada. Todo es tierra, pocas casas pequeñas y otras abandonadas. El viento levanta el polvo y se lo lleva lejos como la historia de Julaca, esta comunidad cercana al salar de Uyuni en Bolivia. Este pueblo fue el primero en exportar quinua boliviana a finales de los 80 desde el puerto chileno de Antofagasta. Julaca tenía el privilegio de tener un suelo húmedo por sus aguas subterráneas, pero eso se terminó. Hoy, la tierra es árida y el agua cada vez es más escasa en este lugar donde la ganadería camélida y la plantación de quinua son las principales actividades económicas.

Fanny recuerda que una mañana de mayo de 2021 prendió la radio y escuchó que el proyecto del litio que impulsa el gobierno de Bolivia iba a necesitar agua de las comunidades del salar de Uyuni para despegar. Ese año empezó una gran preocupación no solo para ella, sino para todos los pueblos que están a las orillas del majestuoso espejo de sal: que empeore la escasez de agua.

La comunaria relata que el agua subterránea desapareció en 1994, pero desde ese momento llega desde el pueblo vecino de Calcha K, lo que generó no pocos conflictos. Calcha K les cobró por el uso de sus aguas y Julaca tuvo que hacer una conexión para evitar peleas. La industria del litio irrumpió en un tema que ya era delicado en la zona.

“Los de (la comunidad de) Llipi y los de YLB (Yacimientos de Litio Bolivianos) vinieron acá a decirnos que van a necesitar agua (para el litio). Han hecho perforación atrás del cerro, van a ser tres pozos nos dijeron, esos tres pozos que lo hagan hemos dicho, pero con la condición de ver el agua acá, ver si es consumible o es para regar, eso queríamos ver, no para que se lo lleven”, reclama Fanny...

Los vecinos del Salar de Uyuni no saben cuánta agua tienen bajo sus blancos suelos, que se extienden hasta el horizonte revelando la magnitud del imponente salar. Ellos lo único que saben es que si pierden el agua sus vidas se complican. Y temen que los proyectos de litio terminen con ella.

Debajo de sus salares, Bolivia esconde un tesoro: es el país con más recursos de litio del mundo. Evo Morales nacionalizó este mineral hace más de 15 años, pero recién en los últimos meses el gobierno de Luis Arce ha convocado a empresas extranjeras para comenzar con la explotación del litio bajo el paraguas estatal YLB.

Arce dio el primer paso cuando anunció un acuerdo con la empresa china CBC (CATL, Brunp y CMOC) para la construcción de dos plantas para la extracción directa de litio con una inversión aproximada de US$ 1400 millones. Le sumó, luego, la firma de un nuevo convenio con la empresa estatal rusa Uranium One para construir otra planta procesadora de litio en el salar de Uyuni, cuyo fue el primero en formalizarse, el pasado septiembre.

Es la primera inversión de una empresa extranjera para explotar este mineral a gran escala, aunque el contrato quedó sujeto a la aprobación del Congreso, que está atravesado por el conflicto interno entre el presidente boliviano y Evo Morales. Todavía le queda a Bolivia mucho camino por andar en esta materia: exportó 600 toneladas de litio en 2023 por US$ 52 millones, según datos de YLB. Una cantidad mínima comparada con la que produce su vecino Chile, que exportó ese mineral por un valor de US$ 7.700 millones.

Más allá de estos convenios, la empresa pública YLB avanza en paralelo con una licitación para la explotación de litio en siete salares y lagunas bolivianas. Además de Uyuni, estas empresas explorarían los recursos en Coipasa, Pastos Grandes, Capina, Cañapa, Chiguana y Empexa. La única información que se conoce hasta el momento es que las compañías CBC (China), Protecno (Italia), Eramet (Francia) y Eau Lithium (Australia) fueron preseleccionadas para la siguiente fase del proceso....

Mientras espera que se concreten las inversiones privadas, YLB se puso manos a la obra: construyó una planta para procesar carbonato de litio en la localidad de Llipi cerca del salar de Uyuni y comenzó con la perforación de 178 pozos de agua en esa zona, pero también en los salares de Pastos Grandes y Coipasa, según información oficial. La planta de Llipi es la única que actualmente produce litio en Bolivia y, también, la que más conflictos está ocasionando.

Todos los movimientos de YLB están bajo la sombra de la más profunda opacidad. Una investigación de Revista Nómadas, junto con Red Ruido de Argentina, CIPER de Chile, Dialogue Earth y estudiantes de maestría de la Universidad de Columbia, en Nueva York, coordinada por el Centro Latinoamericano de investigación Periodística (CLIP), revela que el gobierno de Bolivia no publica la información sobre las reservas de aguas en la zona del salar de Uyuni, lo que impide conocer el impacto actual y a futuro de la minería de litio.

Las comunidades de esa zona consultadas durante esta investigación perciben que, a pesar de estar al 50% de su producción, las perforaciones realizadas por YLB cerca del salar de Uyuni ya registran incipientes consecuencias que afectan al ecosistema local, como el desplazamiento de vicuñas hacia otras regiones por la escasez de agua. Y aseguran que, cuando funcione en toda su capacidad, el impacto será mucho más grave.

Las autoridades, en cambio, afirman que las reservas de agua de la zona no se vieron afectadas por su actividad y que tampoco habrá consecuencias cuando la planta de Llipi funcione al máximo de su capacidad. Sin embargo, las comunidades reclaman sin éxito que la empresa estatal comparta los resultados de los estudios hidrológicos..."