“Las marcas de moda deben ser responsabilizadas por abuso de género”, 8 de junio de 2022.

…[P]ara los millones de trabajadores de la confección, en su mayoría mujeres, en el Sur Global, que trabajan hasta 16 horas al día con salarios de miseria para hacer nuestra ropa, la violencia y el acoso son una realidad diaria. Los pisos de las fábricas están plagados de denuncias de discriminación, abuso y robo de salarios. Durante décadas, este abuso ha sido impulsado por una dinámica de poder desigual e insostenible entre las marcas y los proveedores...

Desafortunadamente, este abuso solo se intensificó durante la pandemia de COVID-19. A medida que las marcas de moda cancelaban pedidos, retrasaban los pagos y presionaban aún más a los proveedores para proteger las ganancias, los proveedores a menudo no podían pagar a los trabajadores los salarios adeudados y realizaban despidos masivos...

Los trabajadores con los que hablamos confeccionaron ropa para al menos 12 marcas mundiales de moda, incluidas American Eagle, H&M, Primark y VF Corporation. Estas marcas, como la mayoría, tienen políticas que prohíben el maltrato y el abuso en sus cadenas de suministro, pero al mismo tiempo exprimen el precio y la velocidad de sus proveedores de prendas de vestir para maximizar los márgenes de beneficio, y las mujeres trabajadoras del Sur Global pagan el precio.

Es hora de que las marcas de moda rindan cuentas legalmente por la violencia y el abuso que enfrentan las trabajadoras que fabrican su ropa y sus ganancias. Los acuerdos legalmente vinculantes pueden contribuir en gran medida a proteger a los trabajadores en la planta de producción. A principios de este año, H&M, junto con los grupos laborales Asia Floor Wage Alliance, Tamil Nadu Textile and Common Labor Union y Global Labor Justice-International Labor Rights Forum, firmaron un acuerdo innovador después de que Jeyasre Kathiravel, trabajadora de la confección de 20 años, fuera presuntamente violada. y asesinado en una fábrica proveedora de H&M en India...

...Hace tres años, las trabajadoras y los sindicatos ganaron una dura batalla cuando la Organización Internacional del Trabajo adoptó el Convenio sobre violencia y acoso, que protege a todos los trabajadores, no solo a los empleados, y proporcionó la primera definición internacional de violencia y acoso en el lugar de trabajo...Desafortunadamente, solo 11 países han ratificado este tratado a través de sus leyes nacionales...