“Beatriz y Otilia, dos historias de migración”, 16 de agosto de 2021. 

Beatriz Vázquez…y su familia migraron a…Sinaloa, a laborar en campos de siembra de tomate rojo.

Otilia Flores…es jornalera y migró al norte, ante la carencia de trabajo.

Ambas son oriundas de San Martín Peras, una comunidad que se encuentra ubicada en la región de la Mixteca oaxaqueña, con una población de casi 12 mil 500 personas y con un índice de muy alta marginación.

Es un territorio donde el trabajo remunerado es escaso, y debido a las desigualdades de género existentes, si se es mujer las oportunidades laborales son menores, tan sólo el 12.5% se encuentra económicamente activa.

Los estados de arribo de las jornaleras agrícolas varían en función de los ciclos agrícolas.

Al igual que para muchos migrantes la cercanía y la búsqueda de mejores oportunidades laborales al cruzar a Estados Unidos es una posibilidad, para algunas otras es el destino de esta migración.

Durante la migración a los estados del norte es común que las jornaleras agrícolas viajen con sus hijas e hijos, esposos y en ocasiones con personas de la tercera edad. 

La falta de cobertura en protección social para las jornaleras agrícolas representa la ausencia de espacios de cuidado para sus hijas e hijos, sana alimentación, servicios de salud, vivienda adecuada y prestaciones laborales entre otras más.

En México se estima que hay unas 323 mil mujeres jornaleras…Entre 30% y 40% de esta población está constituida por personas migrantes que viajan en familia.