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記事

2024年7月16日

著者:
Elmer Mamani y Zintia Fernández, El Buho

Perú: Investigación periodística revela impactos sociales y ambientales de las actividades mineras de Grupo México

申立

"La mancha del Grupo México: las denuncias contra Southern y sus minas al sur del Perú", 16 Julio 2024

"El tajo abierto de la mina Cuajone tiene una profundidad de casi un kilómetro. Los anillos que conducen al fondo de su cráter forman un abismo que, al mirarlo fijamente, produce vértigo. Desde el cerro del frente se puede observar el epicentro de las operaciones mineras: hay movimiento de camiones la tarde del tercer sábado del mes de septiembre. Desde hace 48 años, Southern Perú extrae cobre casi ininterrumpidamente de este yacimiento ubicado en el distrito agrícola y ganadero de Torata, en la región de Moquegua, al sur del Perú...

Una parte de las operaciones mineras discurren por donde, en el pasado, corría un tramo del río Torata...

En el cauce donde transcurría antes el río, la minera almacena los desmontes que sustrae del tajo abierto. Este material contiene fragmentos de roca mineralizada impregnados de hierro, cobre y otros metales. En total existen seis depósitos de desmonte de más de 1.200 hectáreas en Cuajone. El objetivo del túnel es evitar, precisamente, que este mineral impacte en las aguas del río. Pero esto no siempre resultó así.

“El río Torata en realidad es un botadero”, dice Salustiana Juárez Amesquita mientras camina hacia sus cultivos de palta, que son regados por las aguas del río Torata que pasaron por debajo de las operaciones mineras. Ella es una agricultora de 64 años, habitante de uno de los anexos más cercanos al complejo minero: Torata Alta, a 12 kilómetros del tajo abierto de Cuajone. En 2015, un estudio de sangre confirmó que Salustiana tiene metales pesados en el cuerpo.

Sala Negra conversó con ella y otros agricultores que reclaman al Estado preocuparse por su salud. Salustiana es un caso, pero no el único. Estudios particulares y del propio Ministerio de Salud han confirmado que la población cercana a las operaciones mineras presenta altas cantidades de metales en el cuerpo...

El 8 de febrero del 2019, lluvias intensas castigaron al distrito de Torata, un evento del que la minera tenía conocimiento debido a las alertas meteorológicas oficiales, según el expediente del caso. Tras el aguacero, en redes sociales circularon videos donde se alertaba que la lluvia había ocasionado una fuga de relaves dentro de las operaciones de la mina. Días después, la OEFA descartó algún impacto ambiental.

Sin embargo, un líquido verdoso con altas concentraciones de cadmio, cobre, zinc y hierro sí alcanzó el cauce del río Torata, según queda constatado en el expediente del proceso sancionador contra la empresa.

La sustancia provenía del denominado “desmonte 1-5”, el más antiguo de la unidad minera y cercano al punto en que las aguas del río Torata retornan a su cauce natural. Según el propio reporte de la minera, la emergencia ambiental inició a las 09:50 horas y duró dos días, durante los cuáles dicho flujo verdoso discurrió por dos quebradas con dirección al río Torata.

La empresa construyó tres pozas de contención cerca a la ribera del río, para impedir que la sustancia avance. De estas, un grupo de camiones cisterna succionaban el líquido para transportarlo a su centro de operaciones. Sin embargo, según detectó OEFA, las pozas no tenían protección, es decir las bases no estaban impermeabilizadas para evitar que el líquido de todas maneras se infiltre o se desborde hacia el río. Lo que finalmente sucedió: parte de la sustancia se mezcló con las aguas del río, concluyó OEFA.

El “desmonte 1-5”, fuente del líquido verdoso, ocupa 391 hectáreas: casi 476 campos de fútbol. Se ubica entre el tajo abierto de Cuajone y de lo que era el cauce natural del río Torata. Hasta la fecha de la emergencia, almacenaba 660 toneladas de rocas. El OEFA alertó que el depósito tenía alto potencial para generar “drenaje ácido de roca”, por lo que se debió evaluar las condiciones ambientales de la zona. Más aún, porque dicho desmonte no contaba con una estructura que la contenga ni un manejo de filtraciones en caso hubiera lluvias.

Días después de la emergencia climática, el OEFA tomó cuatro muestras de las aguas del río Torata. Los resultados advirtieron que todas superaban los estándares de calidad ambiental por la presencia de aluminio, cobre, hierro, zinc y bario. Mientras que el líquido verdoso que alcanzó el cauce no cumplía las condiciones permisibles para ser descargados al río, por sus altas concentraciones de cadmio, cobre y zinc.

A 1,5 kilómetros de las pozas, OEFA también detectó que otro desmonte filtraba la sustancia que alcanzaba al río. En esa zona, un pequeño dique construido para justamente evitar filtraciones era sobrepasado por la descarga de dos tuberías. El acceso al desmonte estaba obstruido, lo que impidió una mayor supervisión del OEFA. En ese momento, además, la minera no acreditó si esta descarga directa cumplía con la calidad ambiental exigida.

Con todo esto, el informe de supervisión del OEFA concluyó que hubo impacto en el suelo y en el afluente, y recomendó sancionar a la minera...

Salustiana Juárez tiene metales pesados en el cuerpo. Lo revela en medio de lo que queda de su plantación de paltas. El 29 de mayo del 2015, cuatro años antes de la filtración de Cuajone, el laboratorio de la Universidad Católica Santa María de Arequipa analizó su sangre. De cinco metales analizados, el de cadmio y plomo superaron los niveles normales en su organismo.

Bajas cantidades de cadmio, pero prolongadas, pueden ocasionar una enfermedad renal. Mientras que el plomo ataca cerebro, hígado, riñones y huesos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una muestra de sangre de Salustiana Juárez y otros 49 adultos mayores de Torata Alta fueron tomados como parte de la investigación. Los resultados revelaron que el 72% de las muestras analizadas tenía cadmio; el 58%, plomo; y el 16%, aluminio por encima de los valores establecidos por la OMS. “Mi papá murió con cáncer de estómago y mi mamá con cáncer al pulmón. Ellos no tomaban agua potable, tomaban agua del río”, dice Salustiana.

En Yacango, otro anexo del mismo distrito y que también utiliza agua del río Torata, este mismo estudio también recogió muestras a 50 adultos mayores: el 100% tiene cadmio en sangre y 26% aluminio fuera de lo normal.

Desde el 2006, los pobladores de Torata Alta ya no consumen agua del río, explica Carlos Zapata Valdez, presidente de la Junta Administradora de Servicios de Saneamiento. Pero el río aún se usa para el ganado y los cultivos. Aquel 2006, la población de Torata Alta decidió consumir agua de un manantial porque notaron muchos cambios en el río. “Hasta yo tengo metales pesados en el cuerpo”, asegura el dirigente...

La Dirección Regional de Salud de Moquegua asegura que, entre el 2016 y 2023, se tomaron muestras de orina a 563 personas de Torata y su anexo Yacango, para medir la presencia de arsénico en sus cuerpos. Más no hay evidencia de que se hicieran pruebas en Torata Alta.

Aún así, los resultados son alarmantes: el 85% tiene arsénico por encima de lo normal. “Ya sabemos que la gente tiene metales pesados, lo que queremos saber es por qué”, pregunta Pedro Mamani Ramos, director del colegio Vidal Herrera Díaz de Yacango.

Precisamente, en 2019, otro estudio en Yacango detectó que 60 escolares del colegio Vidal Herrera Díaz, de entre 6 y 12 años, tenían niveles altos de arsénico en sangre. Ante esto, el Ministerio de Salud hizo otra prueba a 136 alumnos del mismo plantel que confirmaron los resultados: el 86% superó el nivel permitido de arsénico.

“No hubo interés del Gobierno Regional de Moquegua para identificar las causas (…)...

Una sustancia compuesta principalmente por cobre, zinc, arsénico y cadmio recorrió 20 kilómetros de tierra, en el distrito de Ilabaya, provincia tacneña de Jorge Basadre. El 22 de noviembre del 2017, este líquido con una temperatura aproximada de 25 °C se hizo camino por la quebrada Toquepala, discurrió entre vegetación, como el pajonal de puna o arbustos como el “tomatillo”, y estuvo a poco de impactar con el río Cinto. La fuga en el sistema de bombeo de la unidad minera Toquepala ocasionó dicha emergencia ambiental, según OEFA.

No hay una estimación de cuánto líquido fue derramado, pero sí de que alcanzó los 10 metros de ancho en algunos puntos y una altura de 15 centímetros en otros. Cuando arribó el equipo de supervisión especial del OEFA, tres días después, Southern ejecutaba labores de limpieza. Un tractor apilaba el suelo impactado en rumas y un contingente de trabajadores lo rellenaban en costales negros, documenta el expediente de este caso.

Los profesionales de OEFA tomaron 13 muestras del suelo. En ocho hallaron concentraciones de cobre y en una de ellas, zinc, que excedían los valores en la calidad de suelo. “Corroboran que la solución (...) ha alterado la calidad del suelo”, indica el informe de supervisión. Según la transnacional, una falla eléctrica dejó inoperativo el sistema de las estaciones de bombeo provocando la ruptura de la tubería...

Cuatro años después, el Tribunal de Fiscalización Ambiental de la OEFA confirmó la existencia de responsabilidad administrativa de la compañía por no adoptar medidas de previsión y control a fin de evitar el derrame. La multa final fue de 12.6 UIT (S/55 mil)

Lo sorprendente es que, durante el proceso, Southern alegó que la fuga era positiva porque el sulfato de cobre, principal componente de la sustancia filtrada, “tiene propiedades benéficas para la salud humana”, “controla enfermedades bacterianas que afecten a cultivos”, así como plagas y puede ser “complemento de alimento de animales de granja”.

Por el contrario, OEFA concluyó que el cobre puede dañar tejidos de las plantas, el zinc reduce su crecimiento y la toxicidad del arsénico ocasiona hojas marchitas, decoloración de raíces y otros. En animales el arsénico puede ocasionar reducción drástica de leche, diarreas y abortos..."