En 2020, Access Now y la coalición #KeepItOn documentaron al menos 155 apagones de internet en 29 países...

Cientos de millones de personas quedaron aisladas en la pandemia de COVID-19, perdiendo el acceso a información de salud, educación y oportunidades laborales que salvan vidas.

India siguió siendo el país con el mayor número de apagones de internet. A partir de 2019 y hasta 2021, Myanmar impuso uno de los apagones registrados más largos del mundo en los estados de Rakhine y Chin.

Este año se produjo un número creciente de apagones como respuesta a violencia continua, particularmente en zonas de conflicto activo.

Los apagones de internet perjudican los derechos humanos. Los regímenes autoritarios a menudo los ejecutan deliberadamente para silenciar protestas, influir en las elecciones, censurar casos de abuso policial y negociar con otros malos actores.

Cuando el 2021 comenzó con Uganda ordenando el bloqueo de internet durante una elección presidencial, el ejército de Myanmar utilizando apagones en un intento de golpe e India aprovechando los apagones para aplastar las protestas de las personas agricultoras a nivel nacional, el mundo estaba indignado, pero no nos sorprendió. El escenario había sido creado por regímenes autoritarios que deliberadamente cortaron el acceso a internet a millones de personas en 2020, ignorando una pandemia global para servir sus propios fines y, en muchos casos, para ganar poder. Nuestro último informe, Sueños rotos y oportunidades perdidas: un año en la lucha por #KeepItOn, recopila datos sobre apagones de internet en 2020 y documenta los devastadores impactos en las personas y las comunidades. El documento revela lo que sucede cuando los gobiernos no aflojan su férreo control sobre el temido interruptor de apagado.

Las personas más afectadas por los bloqueos de internet en 2020 fueron las que ya se enfrentaban a la represión, el silenciamiento y la marginación. Esto incluye a personas musulmanas rohinyás en Myanmar y Bangladesh, bielorrusas que luchan por su democracia y etíopes, yemeníes y cachemiras atrapadas en el fuego cruzado de la violencia comunitaria y el conflicto armado activo. Los apagones de internet no solo amenazan la vida de las personas durante la pandemia de la COVID-19 y bloquean las protestas y la organización, sino que también desmantelan las vías para obtener ayuda. Un gran número de quienes fueron blanco de los apagones en 2020 siguen en peligro hoy.

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