El pasado 20 de junio, activistas miembros del del grupo “No al Basurero regional de Atitalaquia” que se encontraban bloqueando el acceso al Centro Regional de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos en El Cardonal, Hidalgo - construido y operado por la empresa Ecológical Solution México (ESMex) - sufrieron un ataque armado que resultó en el asesinato del defensor de los derechos humanos Jesús Bañuelos Acevedo.

Una semana antes, los ciudadanos y ciudadanas de municipio de Atitalaquia habían interpuesto una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) contra el alcalde Lorenzo Agustín Hernández Olguín y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) por poner en riesgo su salud al autorizar la instalación y operación del basurero, el cual estaría contaminando los mantos freáticos en la región y causando la proliferación de moscas y mosquitos, además de, según los/las manifestantes, haber sido ejecutado sin que se hubiera consultado la comunidad.

Los activistas bloqueaban el acceso al basurero desde hace un mes, demandando su cierre definitivo.

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el asesinato de Jesús Bañuelos y llamó a las autoridades estatales y federales a “conducir una investigación pronta e imparcial para esclarecer este crimen”.

Tras el crimen, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró el sitio de forma temporal por causar daños a la salud y al medio ambiente. Días después, el cabildo de Atitalaquia revocó la concesión para el servicio de depósito de basura de ESMex.

El CIEDH invitó a ESMex a comentar el asesinato, pero la empresa no respondió.